Una de las excursiones más sorprendentes, a parte de los embalses del Guadalhorce.
Estas cascadas están situadas en un pueblo de la Sierra de Sevilla, concretamente en San Nicolás del Puerto. Un precioso pueblo de montaña, con las casas pintadas de blanco y unas calles serpenteantes y estrechas típicas de la Sierra Andaluza.
Justo en la entrada de San Nicolás del Puerto, hay una zona de picnic con mucha sombra. aunque parezca mentira, esto es Andalucía!!! Yo me quedé muy sorprendida al ver tanta sombra, aire fresco y zonas de paseo a la orilla del río. Eso sí, con niños pequeños nos aconsejaron hacer la ruta en coche hasta las cascadas, ya que para acceder hay que caminar un rato por carretera y sin sombra...
Ese día sí que apretaba el calor y agradecimos muchísimo ese fresco hasta gélido de las cascadas y las cuevas del río Huéznar. No pudimos hacer grandes fotos ya que había mucha gente en todas las zonas de cascadas. Además el guarda forestal nos avisó que el baño estaba prohibido en toda la zona, debido a la muerte de un chico el año pasado al tirarse por una de las cascadas. Antes de este suceso, se podía cruzar el río, bañarte con precaución en las zonas calmadas, incluso meterte bajo las cascadas para hacerte las fotos; pero tuvimos que conformarnos con ver las cascadas desde la lejanía.
No por ello, nuestro día había acabado, ni mucho menos. En San Nicolás del Puerto, también hay una presa enorme que han habilitado como zona de baño durante el verano. Cierran compuertas y se forma una balsa de agua fresca, pudiendo acceder a la zona adoquinada o a la zona de la orilla natural del río. La verdad que estaba repleto de gente del pueblo y de los alrededores. Un lugar fantástico para refrescarse en días tan cálidos.
La zona de aparcamiento es de pago, pero lo abonas con gusto viendo lo bien conservado y el trabajo que conlleva mantener este lugar.
Y después del baño... siesta? Noooo, un poco de pedaleo ajajaja y es que estos niños tienen energía para parar un tren!! Eso sí a la vuelta a casa se sumergieron en un sueño reparador que los mantuvo frescos hasta altas horas de la noche, es lo que tiene el verano con niños... ;)
Y aquí acaba nuestra crónica de viaje por las preciosas tierras Andaluzas. El resto de las vacaciones han sido algo más relajadas en casa, visitas a la biblioteca, parque, cenas en el parque, playa... unos días estupendos y que me guardo para mi intimidad, porque me han servido para volver con las pilas cargadas, con ganas de empezar nueva temporada creando y creando; y sobre todo; aprendiendo de mis dos tesoros que tanto me están enseñando (sobre todo a tener paciencia y a ofrecer amor incondicional)
¡¡Feliz jueves!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario